Ministros reiterados
En las integraciones iniciales de la Corte hubo ministros que dejaron sus cargos y luego volvieron a ocuparlos. El primero fue José Benjamín Gorostiaga, designado por Bartolomé Mitre el 10 de junio de 1865. El 12 de octubre de 1868 Gorostiaga renunció para formar parte del primer gabinete de Sarmiento, que asumía la Presidencia de la Nación. Fue ministro de Hacienda dos años y, en 1871, estuvo al frente del Banco Provincia. El 9 de agosto de ese año, nominado por Sarmiento, inició su segunda y más extensa etapa en la Corte: permanecería hasta su retiro a mediados de 1887, a los 64 años y al cabo de 10 como titular del cuerpo (ejerció la presidencia desde el 1° de diciembre de 1877). Paradójicamente, sustituyó en el cargo a quien había sido su reemplazante: el fallecido Benito Carrasco, víctima de la epidemia de fiebre amarilla.
Distinta fue la experiencia de Saturnino María Laspiur, quien no dimitió (ni llegó a ser reemplazado), sino que pidió licencia, ausentándose de su vocalía por un período más breve que Gorostiaga. Las razones de su alejamiento, sin embargo, fueron semejantes: dedicarse a la política, más precisamente como parte del gabinete del Poder Ejecutivo. En su caso, ingresó a la Corte en septiembre de 1875 y en abril del 78 dio un (transitorio) paso al costado para hacerse cargo de la cartera de Interior. En medio de las tensiones crecientes con el gobierno bonaerense, se alejó del puesto a mediados del año siguiente. El presidente Nicolás Avellaneda ubicaría en su lugar nada menos que a Sarmiento. Laspiur regresó entonces a su silla en la Corte, que (tras un fallido intento por acceder a la vicepresidencia de la Nación, como compañero de fórmula de Carlos Tejedor en 1880) ocuparía hasta su fallecimiento en agosto de 1885.
Un tercer caso, aunque con una ausencia más acotada, fue el de Cornelio Moyano Gacitúa, quien dejó provisoriamente sus funciones en la Corte (donde había sido designado en 1905) para asumir como interventor federal de San Juan, tras el derrocamiento del gobernador. En un lapso menor a tres meses convocó a nuevas elecciones provinciales y reasumió su labor judicial, hasta que problemas de salud lo obligaron a retirarse en 1910.