Las primeras sedes de la Corte
La Corte Suprema tuvo dos sedes antes de instalarse en su ubicación actual. Una vez constituido en 1863, el Máximo Tribunal se instaló provisoriamente en un inmueble sobre la actual calle Bolivar, entre Moreno y Belgrano. Allí ocupó parte de un gran edificio donde antes había residido durante un tiempo Juan Manuel de Rosas, y luego albergó a la llamada “comisaría de guerra”: dependencia pública que intervenía en los servicios de la administración militar.
El predio de San Martín 273, actual sede del Banco Central, fue el siguiente destino de la Corte. La mudanza se produjo con la instalación de los tribunales de la Capital Federal, luego de la federalización de la ciudad durante la primera presidencia de Julio Argentino Roca. Finalmente, con el Palacio de Justicia todavía en obra, la Corte se trasladó en 1912 a la sede en la que funciona actualmente.
Treinta años después el edificio quedó terminado. En 1942 se le dieron los últimos retoques a la Sala de Audiencias y el presidente Ramón Castillo inauguró un Cristo donado por el Gobierno de Santa Fe, réplica del que se encuentra en dicha ciudad donde se reunió la Convención Constituyente en 1853. Así y todo, todavía faltaban algunos “detalles” para el cierre final del proyecto: los actuales portones de la fachada fueron colocados en el año 1973.